Básicamente, el propósito de que los humanos vivamos más años es porque sólo con los padres no basta para criar niños y se necesita a los abuelos para que ayuden. La existencia de abuelas habría sido así definitorio en nuestra evolución como seres humanos, y un importante diferenciador de nuestros parientes simios.
En la biología, un ser vivo está diseñado para traspasar su ADN para crear nuevos seres vivos, por lo que, según esto, no tendría sentido que un humano viva muchos años cuando ya no puede tener hijos.
Sin embargo, una serie de simulaciones matemáticas hechas por los científicos tomando como base a un grupo de chimpancés, indican que cuando hay abuelas presentes, la vida de estos simios se extendería a los años que alcanza un ser humano en menos 60.000 años de evolución. Las chimpancés hembras rara vez viven después de volverse incapaces de tener hijos, usualmente entre los 30 y 40 años.
La hipótesis de las abuelas dice que las hembras mayores que ya no pueden tener crías todavía tienen interés en el bienestar de los hijos de sus hijos, y por ende los cuidan. Tener abuelas presentes le quita así la presión a las madres, permitiéndoles mantenerse más sanas y tener más hijos.
Asimismo, eso ayudaría a traspasar los genes asociados con una vida más larga a las generaciones futuras, lo que significa que más y más descendientes vivirían más años.
La teoría de las abuelas fue propuesta en 1997, y desde entonces ha sido debatida. Con la simulación de este estudio, se espera dar validez a esta idea.
