Cuando nos entran los nervios hay veces que no podemos controlarlos en lo más mínimo y soltamos varias carcajadas que están completamente fuera de lugar y que lo que hacen, generalmente, es empeorar la situación. Seguro te has preguntado por qué suceden y a pesar de que le has dado mil vueltas a tu cabeza, no consigues dar con la causa. Para que te quedes libre de dudas acá te traemos sus explicaciones, de acuerdo a Batanga, el psicólogo Carlos Mauricio Peñaloza, quien es especialista en Programación Neurolinguística, y del orador, escritor y coach personal Samuel Thomas Davies.
De acuerdo a lo dicho en Batanga, cuando estamos ante situaciones y cosas que no nos aportan nada bueno, nuestro cerebro envía la señal de que todo está bien, la cual viene acompañada de la risa a pesar de que no haya nada gracioso de por medio. Es esta la que se encarga de que despejemos nuestra mente y estemos preparadas para lo más difícil.
El mismo portal señala que también ocurre en el momento en que estamos frente a alguien que no nos agrada en lo más mínimo, ya que nuestro organismo suele valerse de las carcajadas y la alegría para así mostrarnos como personas fuertes y poco vulnerables.
De la misma manera, Samuel Thomas Davies, alega que al mentir y al esconder ciertas cosas la risa está presente en la mayoría de las ocasiones y actúa como un mecanismo de defensa para que así todo parezca totalmente cierto y luzcamos como personas confiables.
El autor además menciona que otro de los casos en los que se da esta respuesta, es cuando estamos en medio de una conversación incómoda llena de silencios, y justo cuando aparece la risa, esta se vuelve más relajada y sin tantas tensiones en el ambiente.
Pero si tanto te preocupa no debes enrollarte tanto, sino más bien tratar de canalizar y de buscar ciertas formas para controlarla:
– Toma conciencia: Primero que nada debes saber si constantemente te sucede esto en distintas situaciones para que así tomes medidas. Si te cuesta mucho darte cuenta, puedes pedirle a tus amigas que te avisen cuando escuchen unas risas que estén fuera de contexto.
– Cambia la rutina: Sabemos que es una respuesta natural del cerebro, sin embargo, en el momento en que estés muy ansiosa piensa bien, trata de calmarte y si los nervios te invaden inhala y exhala durante varios minutos.
– Prémiate: Cuando ya hayas logrado controlarte lo ideal es que te felicites a ti misma o que incluso te des ciertas recompensas con aquellas cosas que más te gustan, para que así tu conciencia se dé cuenta del logro que has hecho y se adapte a esta nueva situación.
Fuente [Erika Tipo Web]
