Tu pequeño o pequeña tiene su fantasía está en pleno apogeo y pide un hermanito creyendo que podrá jugar con el bebé. ¿Sabes cómo responderle?
Tu hijo aún se encuentra en una etapa egocéntrica (3 a 5 años), en la que cualquier acontecimiento está mágicamente referido a él. Así, imagina que tener un hermano le va a suponer muchas cosas positivas tales como: contar con un compañero de juegos, con una compañía nocturna, participar en sus cuidados (elegir su ropa, ponerle el chupete…).
A esta edad el niño aún no se adelanta a los acontecimientos y no se imagina que la llegada de un hermanito implica renunciar a la atención exclusiva de sus padres.
¿Qué hacer ante la petición de un hermanito?
Si tu respuesta es “no”, inclúyele en tus explicaciones siempre que puedas y demuéstrale que entiendes y atiendes a su necesidad con frases, por ejemplo:
“Sé que te gustaría tener un hermanito para jugar, pero sería muy pequeño para eso. ¿Por qué no invitamos a tu amigo Miguel a casa?”
Otra opción es explicarle que un bebé no sabe hacer nada por sí solo y que necesita mucha dedicación.
Si esta en tus planes tener otro bebé, dile que los bebés llegan cuando quieren venir. Háblale de cómo será, no afiances su creencia de que podrá jugar y hablar con él en cuanto nazca, puedes acercarle algún recién nacido para que se adapte a esta realidad.
Consejos para cuando ya estés embarazada
• No se lo digas hasta que pasen los primeros meses de embarazo, para estar segura y para que la espera no se le haga eterna.
• No te refieras al hermanito o a la hermanita hasta estar segura de su sexo para evitarle decepciones.
• Déjale intervenir en los preparativos (habitación, ropa…) siempre que sea posible. Le hará sentirse útil, atenuará los futuros celos y le facilitará la aceptación del “intruso” cuando se presente.
• Deja que te toque la barriga y que sienta moverse al bebé. Esto le ayudará a crear fuertes lazos emocionales con él.
