Lavanda: propiedades, beneficios y usos | Entiendelas.com

Lavanda: propiedades, beneficios y usos

Gracias a la lavanda el interés por la medicina natural y la aromaterapia ha resurgido. Sus asombrosas propiedades curativas le han otorgado un inmenso prestigio a lo largo de la historia convirtiéndola en uno de los aceites esenciales más utilizados por el hombre. A parte de ser un agente antiséptico y cicatrizante también trabaja como antibiótico natural; también es empleado como sedante y antidepresivo.

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La lavanda es excepcional, ya que es tan suave que en algunos casos puede utilizarse de forma aislada. Una gota sobre un emplasto, por ejemplo, puede acelerar el proceso de curación y proteger la piel frente a una infección. Una simple gota en la almohada o unas cuantas gotas en el agua del baño, por la noche, te ayudarán a dormir. En estados de nerviosismo verter unas gotas en un pañuelo de algodón y olerlo a lo largo del día ayuda a calmar esos nervios. Tanto en el agua de baño como en masajes, la lavanda está indicada para los dolores musculares. Aplicada mediante un suave masaje sobre el abdomen, la lavanda ayuda a aliviar los dolores menstruales.

Cultiva y seca tu propia lavanda

La lavanda necesita un suelo ligero y bien drenado, así como un lugar soleado. No requiere mucho abono. Corta los tallos tan pronto como las flores se abran, por la mañana o por la tarde. En cuanto a su preparación para desecarla, ata los tallos en pequeños ramilletes y cuélgalos en un sitio seco y aireado. Para soltar la lavanda extiende los tallos sobre bateas en una habitación aireada. Una vez seca, separa las florecillas de los tallos con los dedos.

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Contusiones. Extiende una gota de aceite esencial puro de lavanda sobre la contusión y después, encima, una pequeña cantidad de aceite de lavanda diluido. Repetir dos veces al día.

Dolor de cabeza. Mezcla 2 gotas de aceite de lavanda puro con 5 gotas de aceite diluido. Extiende una cantidad muy pequeña en el cuello, las sienes y la línea del pelo.

Baño relajante. Vierte 2,5ml de aceite de lavanda diluido y una gota de aceite esencial puro de manzanilla en el agua del baño.

 

Loción suavizante para manos.

· 50ml de loción sin perfume o una loción corporal básica.

· 10 gotas de aceite de lavanda diluido.

· 5 gotas de aceite esencial puro de palmarrosa.

Remueve bien la mezcla para amalgamar los aceites y consérvala en algún tarrito de cosmética. Aplícate una pequeña cantidad después de realizar las tareas domésticas o antes de acostarte, de manera que pueda actuar durante toda la noche.

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Agua de lavanda tradicional.

Este clásico de la perfumería es uno de los tratamientos de aromaterapia más fáciles de elaborar.

· 600gr de cabezuelas de lavanda fresca.

· 1l de agua de manantial.

Calienta el agua y viértela en una jarra con las flores de lavanda. Remueve y deja la jarra en un sitio soleado durante 24 horas. Cuela la lavanda usando un filtro para café. Si deseas obtener un olor más fuerte, repite el proceso, añadiendo más lavanda. Consérvala en un frasco, en el frigorífico.

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Mezclas calmantes para el baño.
Añade al agua de baño los siguientes aceites.

Lavanda mandarino y geranio:

· 2,5ml de aceite de lavanda diluido.

· 1 gota de aceite puro de mandarino.

· 1 gota de aceite puro de geranio.

Lavanda y vetiver:

· 2,5ml de aceite de lavanda diluido.

· 4 gotas de aceite puro de vetiver.

· 1 gota de aceite puro de lavanda.

Lavanda, geranio y azahar:

· 2,5ml de aceite de lavanda diluido.

· 2 gotas de aceite puro de geranio.

1 gota de aceite puro de azahar.

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Loción corporal.

Excelente para los veranos sofocantes o para la piel reseca. Esta loción es muy refrescante, pero ¡cuidado con las piles sensibles al alcohol!

· 10ml de vodka.

· 3 gotas de aceite puro de lavanda.

· 2 gotas de aceite puro de pomelo.

· 1 gota de aceite puro de palmarrosa.

· 200ml de agua de manantial.

Mezcla los aceites y el vodka en una jarra, añade el agua y remueve. Vierte la mezcla en un atomizador y guárdala en el frigorífico. Agita el frasco antes de usarlo.

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Mezcla refrescante para perfumar tu hogar

La mejor forma de impregnar tu hogar de gratificantes aromas. Para tonificar un cuerpo o una mente cansados, llena el depósito del pebetero con agua y añade:

· 5 gotas de aceite esencial puro de lavanda.

· 2 gotas de aceite esencial puro de limón.

· 1 gota de aceite esencial puro de pomelo.

Enciende la mecha para calentar los aceites. Ten controlado el pebetero y rellena el agua regularmente, de manera que el depósito no llegue a secarse nunca.

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Saquitos de lavanda. 
Ideales para el armario o para los cajones de ropa blanca, estos saquitos decorativos duran años.

Necesitarás:
Organdí – hilo de bordar y aguja – hilo de coser – lavanda seca – aceite de lavanda.

1. Para cada saquito, corta dos cuadrados de organdí de 12cm. Junta los reveses de cada cuadrado y cose a máquina tres lados a 1cm del borde. Dale la vuelta al saquito y llénalo con lavanda seca. No llenes los saquitos demasiado: tiene que quedar sitio para que la lavanda se mueva dentro del saquito, liberando así mejor su aroma. Vierte unas gotas de aceite esencial sobre la lavanda seca para que el perfume dure más tiempo. Prende con alfileres y cose el cuarto lado.
2. Con tres hebras de hilo de bordar, cose un cordoncillo decorativo a lo largo de los bordes. Pueden quedar bien una cadeneta, una espiguilla o unos bodoquitos. No obstante ten presente que si transcurrido el tiempo deseas rellenar los saquitos, los puntos complicados dificultarán su reapertura

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Después del sol.
Baño refrescante
Un baño muy caliente sólo favorece que la capa más externa de la piel se reblandezca, se escame o se pele. Opta por un baño tibio, que calmará tu piel. Añade los siguientes aceites a la bañera de agua templada:

· 2,5ml de aceite de lavanda diluido.

· 2 gotas de aceite esencial puro de lavanda.

· 1 gota de aceite esencial puro de manzanilla.

Gel calmante
El aloe vera (sáblia) es un excelente refrigerante cutáneo, posee importantes propiedades curativas y puede usarse sin riesgos en combinación con aceites esenciales

· 5ml  de gel de aloe vera.

· 5 gotas de aceite esencial puro de lavanda.

· Mézclalos en la palma de las manos y aplícalo sobre la piel enrojecida.

Fuente

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